1.
Resumen
del texto: ‘Enseñar a leer los textos de estudio en la escuela primaria’. Marta Marín.
Tras
constatar, so pretexto del ejemplo de un alumno concreto, que se puede
peregrinar a través de los distintos tramos de la educación primaria,
secundaria, y finalmente superior sin haber desarrollado las habilidades
necesarias para una correcta lectura, interpretación y plasmación genuina de
las ideas principales de un texto, la autora del artículo que nos ocupa, Marta
Marín, pone de relieve la necesidad actual de abordar este déficit de forma
inminente. La realidad de hoy nos alerta ya de que nuestros jóvenes
universitarios y quienes les preceden no han desarrollado convenientemente las
habilidades y capacidades necesarias para integrar como propios los conceptos y
conocimientos derivados de los distintos tipos de texto de las diversas
disciplinas, de tal modo que cercenando dichas capacidades, quedan también
limitadas las que son propias del aprendizaje. Sencillamente, ‘no hay conceptos sin lenguaje’.
Se hace necesario desarrollar la
capacidad de hacer de las lecturas una tarea de descomposición,
cuestionamiento, relación, reconstrucción, confirmación, eliminación,
relaboración,… de las ideas allí plasmadas. De no existir estos procesos,
sencillamente se garantiza el olvido y la impermeabilización. Como el agua
sobre el chubasquero, las nuevas ideas y conocimientos nos rozan
superficialmente sin calarnos, para acabar escurriéndose anónimamente.
El
profesor necesitar hacer presente esta circunstancia, de modo tal, que quizá
debería comenzar a cuestionar la inercia de las tareas de lectura comprensiva,
incluso de las propias obras literarias que asigna. ‘La literatura infantil no basta’. Si bien cualquier lectura
literaria desarrolla el conocimiento de la lengua escrita, para desarrollar un
pensamiento inferencial es conveniente ofrecer actividades más críticas
relacionadas con los mismos que propicien ese diálogo activo y enriquecedor
entre el texto y el lector; actividades que obliguen a hacer una reflexión
sobre el sentido, el significado, la intención, la funcionalidad, etc. En
definitiva, que favorezcan el aprendizaje significativo a través de la relación
entre ambos.
La
autora destaca la especial inhabilidad de los alumnos para enfrentarse a textos
de tipo explicativo, que comunican conocimiento, y la querencia a desplazarse
hacia la zona de confort que ofrecen los textos narrativos, mucho más cercanos
y accesibles para ellos. Critica que el análisis de textos no sea un trabajo
sistemático y metódico; que no se le dé continuidad; que los profesores que no
son de la disciplina de Lengua no reparen en destacar el modo en que se
formulan los conceptos de sus disciplinas; que los libros de Lengua propongan
estrategias estructurales y léxicas insuficientes.
Para
compensarlo, se propone desde el artículo ofrecer actividades a los alumnos encaminadas
a analizar las causas u orígenes de las relaciones causa-efecto que aparecen en
el texto contenidas. Así mismo, se propone introducir trabajos con diferentes
tipos de texto (científicos, técnicos, biografías, reseñas, descripciones de
contextos sociohistóricos…); sustituir cuestionarios de contenidos por
cuestionarios de procesos para trabajar los textos; y finalmente abundar en la
formación del profesorado para tales tareas.
2.
Crónica
necrológica.
El
insigne educador don Israel P. Iglesias Huerga ha fallecido hoy, 31 de
febriembre de 2051, a los setenta y varios años de edad en su domicilio
familiar de la capital. Deja tras de sí la luminosa pero dolorosa estela de una
vida marcada por su entrega a esa parte de la adolescencia española en
permanente riesgo social. Como publicara él mismo en el diario regional
zamorano Semure, ‘mi ser educador y
docente comenzó a gestarse sucintamente en un patio salesiano entre aquellos
adolescentes a los que empecé a dar catequesis’. Compatibilizó la faceta más
social de su trabajo en diversos Centros de Ejecución de Medidas Judiciales de
la CAM y en dispositivos de tratamiento de drogodependencias para adolescentes con
su labor docente en varias instituciones de Educación Primaria en los suburbios
madrileños de la periferia de la capital. Celoso de su vida personal, devorador
incansable de literatura, tertuliano accesible y campechano, autor de múltiples
artículos sobre docencia y marginalidad, accedió en los últimos años a publicar
los sonetos que escribía para sí, animado por su mujer e hijas, a quienes
dedicó sus tres poemarios conocidos y un libro de relatos cortos, un último legado que lacra como digno epílogo
la inmensa y enriquecedor obra de su vida.
3.
Mensaje
biográfico en 160 caracteres.
33añs d búsqda discntnua, d sangr
cubna y spañla, niñ inqiet 1º,lueg jven tenaz,hoy padr ntregad, studiant y
trbjadr
4.
Biografía
inventada a partir de una foto.
¡Alma preclara del magisterio matritense, ejemplo
viviente del espíritu salesiano, voz y corazón de las aulas, docente que ha
encendido uno y mil candiles en la noche de esa tábula rasa de generaciones y
generaciones de críos a los que se ha brindado sin prisa ni pausa, pero con
paciencia infinita!
Evocando su tierna niñez, cuando con la mirada fija
en el libro Elena pasaba horas y horas desentrañando el misterio de las
primeras letras, lo hizo siempre con la fiel compañía de su perro Bru8no,
paciente, infatigable, permanentemente a los pies de su pequeña amita. A tan
temprana edad ya se vislumbraba su dedicación al estudio. Esta virtud sumada a
su carácter dócil y su austera presencia conformaron una personalidad que llenó
de orgullo a sus padres y maestros a lo largo de su educación primaria en el colegio de
los hijos de don Bosco de Carabanchel.
Abanderada durante los
Juegos Olímpicos Salesianos, ocupó el primer lugar en el cuadro de honor de
esta institución. Años después colgó el guardapolvo de alumna para vestir el de
docente primero en diversos colegios concertados, y tras su tesis doctoral, en
el CES Don Bosco, pero su corazón sigue siendo el de una nena dócil y
refulgente que taconea los pasillos y salones de la escuela, derramando a su
paso libertad.
Aquellas queridas
paredes, las de Carabanchel, cobijo de sus penas y alegrías, la han visto
crecer ingenuamente entre los árboles del patio, jugar mucho primero, y mucho
estudiar después; partirse la ceja, llorar algún desamor, y compartir las más íntimas
confidencias con sus amigas del alma, las de aquella infancia que sigue
latiendo sucintamente entre las fibras de su alma.
En el amanecer de su
madurez, y como Febo que asoma, despertó en su espíritu inquieto otra vocación
mientras estudió en la universidad, inscrita en el grupo de teatro: la
interpretación. Los grandes maestros -Stanislavsky, Vittori, Grotowsky,
Sofovich, Strassberg- no tienen vericuetos para ella, y desde entonces, desde
que asomara al mundo aquella tierna niña en compañía de su inseparable can,
hasta el penúltimo día de este marzo, no ha hecho sino escribir en el libro de
su vida páginas de extraordinaria brillantez y terneza.
5.
Carta a partir de una canción de amor
Querida mía:
Amo
lo que veo y lo que ocultas, amo lo que muestras o insinúas, amo lo que eres o
imagino, te amo en lo ajeno y lo que es mio; amo lo que entregas, lo que
escondes,
amo tus preguntas, tus respuestas, yo amo tus dudas y certezas, te amo en lo
simple y lo compleja,…
Y
amo lo que dices lo que callas, amo tus recuerdos, tus olvidos, amo tus olores,
tus fragancias, te amo en el beso y la distancia; y amo lo que amas, yo te amo,
te amo por amor sin doble filo, te amo y si pudiera no amarte, sé que te amaría
aun lo mismo, y amo lo que amas, yo te amo, te amo con amor a calor mio, te amo
con orgullo de quererte
porque para amarte yo he nacido.
Amo
lo que seas y lo que fueras, amo lo que afirmas, lo que niegas, amo lo que
dices, lo que piensas, te amo en lo que mides y lo que pesas, y amo lo que
atrapas, lo que dejas, amo tu alegría y tus tristezas, te amo en la carne y en
el alma, te amo en tus crisis y en tus calmas.
Amo
lo que pides y regalas, amo tus caricias, tus ofensas, amo tus instantes y lo
eterno, te amo en tu cielo y en tu infierno, y amo lo que amas, yo te amo, te
amo por amor.
Tuyo siempre,